En Suiza, se esfuerzan por realizar el mantenimiento y reparación de las carreteras de manera fluida sin obstruir el tráfico. Para ello, también están probando los radares de nueva generación, que funcionan con sistemas digitales integrados y se adaptan a los límites de velocidad según la situación.
Las primeras pruebas se llevaron a cabo en Maroggia, en un tramo de la autopista A2, y hasta ahora se han informado experiencias positivas, informa polizeiticker.ch. En lugar de las señales de velocidad tradicionales, se han establecido carteles de velocidad digital como referencia. Como parte del proyecto de la autopista A2, se han colocado señales en ciertos tramos que permiten ajustar automáticamente la velocidad mostrada según el tráfico, de hasta 120 a 100 o 80 kilómetros por hora. Se prestó especial atención a que el cambio automático de velocidad entre las mediciones de radar y las señales electrónicas esté bien coordinado, evitando así multas incorrectamente emitidas por exceder el límite de velocidad permitido en ese tramo.
Cabe destacar que en Suiza, incluso un exceso de velocidad de 1 km/h se considera una infracción.